Con esta sugerente frase, nos intentó camelarnos un hombre a la puerta de este restaurante situado en la calle San Vicente Mártir. Un local con un gran diseño junto a una carta en la que encontraremos unos cinco montaditos distintos, a cada cual mas sabroso. Cuentan con el pan justo, y una mezcla de sabores únicos. -Bueno, me dejo de parafernalia culinaria que en mi boca queda un tanto ridícula-. Aparte de dos montaditos por cabeza también tomamos una rebozado de calamares y pescadito, y de postre un brownie. No es el browine al que nos tienen acostumbrados en la mayoría de sitios por eso merece la pena pedirlo. La cuenta ascendió a unos 24€, un precio más que justificado por lo servido. Si quieres una cena ligera, te apetece tapeo y estas cerca del ayuntamiento, ésta es tu elección perfecta.
Antes de terminar este post quiero comentar el detalle de que no subimos al restaurante, nos quedamos en la planta baja del restaurante.
46002 Valencia
Tel.: 96 351 27 70
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