Buscando entre los estrenos de drama de ITV para esta temporada, me encontré con una serie que llamó mi atención al momento (junto con The Crimson Petal and the White, de la que hablaré en su momento). ¿Una serie de médicos, pero con el corte tradicional británico de pocos capítulos? No podía perdérmela.
Habitualmente no soy muy seguidor del género hospitalario, sobre todo porque el esquema de las series no suele variar mucho y las temporadas largas se me acaban haciendo pesadas. Leo maravillas de la evolución de House, pero no la sigo por ese mismo motivo.
Pero Monroe me da lo que otras no, una serie de médicos en la que las enfermedades no son el hilo principal (lo que no quiere decir que no se traten debidamente ni se convierta en un refrito telenovelesco tipo Anatomía de Grey), con un personaje carismático rodeado de personalidades adorables y una producción excelente al más puro estilo ITV (de verdad, que en ese canal tienen que mirarse lo de los difuminados, porque empiezan a utilizarlos en exceso).
Ante todo la serie trata sobre la vida de Monroe (James Nesbitt), su historia familiar y su relación, irónica hasta el exceso, con el resto de trabajadores del hospital. Si has visto Mistresses (serie que recomiendo a todo el mundo) destacarás la presencia de Sarah Parish como cardióloga del hospital, y es que parece que su personaje de Katie se ha trasladado al hospital St Matthews tras sus periplos amorosos en la serie de la BBC. En este caso, su personaje de Jenny Brenner consigue el perfecto contrapunto a las incansables mofas de Gabriel Monroe.
Completan la plantilla del hospital Lawrence Shepherd (Tom Riley) anestesista, amigo y confidente de Monroe y los residentes que acompañan a los principales protagonistas, destacando entre ellos Daniel Springer (Luke Allen-Gale), pupilo directo de Monroe, y la pareja de internos formada por Sally Fortune (Manjinder Virk) y Andrew Mullery (Andrew Gower).
Otra cosa que me ha hecho caer rendido ante la serie es su música, nunca un sonido le sentó tan bien a una serie. Acompaña las escenas de transición perfectamente y encima es adictiva
¿Presenta alguna novedad en cuanto a tramas? Ninguna, no es una idea original ni revoluciona el género, pero siempre es agradable ver una serie corta, bien estructurada y con unos personajes que se hacen cercanos. Una serie, que sin ser una maravilla, se deja disfrutar mucho. Si es que estos ingleses tienen buen ojo…