Somos tan especiales en este país que parece que preferiríamos que la niña de 10 años hubiese sido violada por un adulto a creer que la historia tiene más tintes de realidad que una película de Jason Reitman.Creo que deberíamos dejar a la Fiscalía hacer su trabajo. Es posible que NO NOS GUSTEN sus conclusiones pero tendrán en cuenta todo el contexto y los actos. No vayamos a dejarnos llevar por la rabia de lo inmediato y no seamos capaces de racionalizar el desatino que rodea todo el asunto. Desde costumbres hasta miedos. Las primeras, incomprensibles para nuestra evolucionada cultura (pero ahí están); los segundos, inaceptables para nuestra protectora sociedad pero que se alimentan sentimientos humanos. Los protagonistas, y su familia, NO serán los primeros ni los últimos que se esfuercen por llegar a un país "más desarrollado" pero de fácil acceso para asegurarse tratamientos médicos PÚBLICOS y GRATIS. Argumentos que nos explotaran sin darnos cuenta en la cara utilizados (pervertidos) por la derecha menos transigente y más insolidaria.¡Cuidado!Y algún amigo que sabe mucho de humanismo y solidaridad tiene razón: Hay mucho tergiversador a la derecha del padre (dicho de otro modo, él los llama fariseos pero esa acepción no tiene la misma identidad para mí), pero también los tenemos acurrucados a la izquierda de la nave ......... según se mira desde el altar.A lo que iba: no nos dejemos llevar por la parte fácilmente manipulable del caso (carne de culebrón como se verá) de forma que perdamos de vista el verdadero problema: el desarrollo social y económico de todos aquéllos países en los que se producen esos desafortunados casos y que gracias a los medios de comunicación y a la libre circulación de personas podemos ver sin salir de casa o en el vecindario. Individualmente son un drama, en su contexto forman parte de los desequilibrios entre varios "mundos" que debemos corregir.Pd.- Véase, si se considera, el informe de la OMS sobre Rumanía "Highlights on health in Romania". En el último párrafo se reconoce que la mortalidad en el parto (en todas las edades) en ese país es 5 veces superior a la media de la Unión Europea (oficialmente). También resulta inquietante que en la página de la UNICEF dedicada a ese país no existan datos constatables sobre "matrimonio precoz". Pero si rebuscáis en la red, en muchos otros países lo ocurrido aquí es más común fuera de lo que AHORA estamos acostumbrados en "occidente". En el mundo, según el Fondo de Población de las Naciones Unidas, de las adolescentes ente los 15 y 19 años de edad, 15 millones dan a luz y 4 millones abortan. Sólo el 17% usan anticonceptivos. Las referencias al tramo entre 10 y 15 años lo encuentro bastante diluido en todos los organismos oficiales que he visitado (¿?).