Ignorancia, uno de los síntomas de la estupidez humana. Aunque por otro lado se afirma que ésta es también signo de felicidad. Por lo que tenemos una ecuación que al despejarla da la siguiente solución, la estupidez nos hará felices. Quizás por ello y de manera despreocupada he ido dejando que me acuchillen, me decapiten, me estrangulen o me flambeen. Todo motivado por mi simple y llana ignorancia hacia muchos títulos que tanto han ofrecido al panorama de los videojuegos pero que poca trascendencia han tenido a mi vida. La lista se podría alargar, de hecho lo hará un poco más. Y quizás movido por la felicidad que me provoca el saber que no me importan los juegos que me he dejado en el camino, sino aquellos que cayeron en mis manos, hoy os dejo mi carne para que os deis un gran banquete, así que preparados…¡Mordedme!
#1 Sonic Adventure
En la vida uno comete errores, tantos que al mirar atrás no puede sentir más que vergüenza tras aquellas decisiones tomadas antaño pensando que eran para bien. Sonic el Erizo fue una de esas decisiones que de joven me mantuvo enganchado a la vida, videojuvenil se entiende, ya que gracias a títulos como Sonic y Sonic 2 de MasterSystem y los homónimos de Megadrive hicieron que en mi existiera un bipolaridad. ¿Sonic o Mario? La solución estaba clara, lo dos. Aunque más tarde me decantaría por el fontanero dejando de lado al Erizo Azul, creyendo que era la mejor decisión y reafirmada después de ver cosas como Unleashed. Pues bien, quizás debí estirar un poco más la cuerda, porque la saga adventure según cuentan también era digna de jugar, lástima yo no la probé.
#2 Trials HD
Excite Bike llegó a cansarme, veranos enganchado en la NES de mi primo y viendo una y otra vez como estampaba sus dos ruedas contra los montones de arena elevadas en el terreno. Para colmo mi hermano se aficionó y mis padres sin ningún tipo de compasión me obligaban a enchufar mi NASA – no teníamos dinero – para que éste disfrutara de aquel juego del diablo. Años después, alejado de la familia y con poder de decisión, al probar Trials HD mi cerebro sufrió un shock al realizar una rápida asociación, cosa que me hizo descartar dicho título ipso facto. Quizás ignore lo gran juego que puede ser, pero simple y llanamente prefiero no jugarlo.
#3 Head Hunter
Cuando uno declara abiertamente que Metal Gear Solid, Perfect Dark o Splinter Cell no le llama para nada la atención quedan clara una cosa, que el sigilo quizás no es el mejor sistema par él. Y salvo excepciones todo lo que lleve este modo será repudiado sin más. Además si se le añade que DreamCast no fue precisamente la consola más vendida en España – bueno ya sabemos que todos tuvieron una DreamCast y que SEGA la retiró por capricho – queda que títulos como Head Hunter quedasen en el tintero, aunque después de mucho leer y visionar me quedo bastante más tranquilo, quizás no me hubiese gustado aunque esté en otras plataformas.
#4 Shadowman
Insistiendo en el término ignorancia, me gustaría poder retomar ciertas épocas de mi vida donde el tiempo para el ocio estaba coartado. Sí, puedo decir abiertamente que hoy en día dispongo de horarios mucho más flexibles de cuando era un renacuajo. Y muy seguramente por ello, hoy cuando veo que títulos como Shadowman no han sido probados o simplemente conocidos hace que me pregunte cuantos juegos más han sido expuestos en el sector y no se han podido degustar de la misma forma que hoy elijo a lo que juego. Quizás hoy en día donde lo añejo vuelve en forma de Remake HD sacabilletes, podré optar por volver a pensarme si jugar a Shadowman o seguir siendo feliz.
#5 Vectorman
Descubrir aficiones perdidas años después de la existencia de ésta, no es más que un síntoma hacia la recuperación del espíritu. Esta frase más propia del Dalai Lama que de un pobre individuo que intenta hablar de videojuegos, es quizás la que logre explicar porqué teniendo una Megadrive jamás supe de la existencia un juego como Vectorman. No fue hasta la recién compilación sacada en la nueva generación de consolas donde caí en la cuenta que aquel título tenía algo que le hacía especial. Sin todavía haberlo jugado, siento que nada ha cambiado y que sigo siendo la misma persona, por lo tanto espero que algún día pueda dejar de ser tan feliz y probar dicho título, al menos podré contar que he vivido.
Por desgracia siempre hay un época en nuestras vidas que nuestras decisiones no dependen de nosotros, quizás por ello y más según la suerte que uno tiene muchas de las cosas que hoy se entienden como normales no lo son. Ignorar a veces es un camino necesario, algo autoimpuesto para no estar siempre de mal humor, así que prefiero ser estúpido y feliz que sabedor de todos lo bueno que me he dejado, por ello hoy sin duda os dejo mi cuerpo para que sea levemente masticado. Así que ya sabéis….¡Mordedme!