Aun no se si llegue a algún lado, así que procuro ordenar mis cosas, buscar un espacio.
Segunda Parte de la Trilogía del Exilio del Director Juanma Calderón. En esta oportunidad continua la historia del disparatado director de cine Gabriel (Giovanni Ciccia), el cual ahora se dedica a filmar documentales. Pretende filmar uno sobre la vida de los peruanos en España. Para esto tiene un socio, Alex (Cristhian Esquivel), quien esta allá en Madrid a la espera de la llegada de Gabriel. Sin embargo a este último lo rapta una mafia en Lima. Entonces quien tiene que fajarse con la realización del documental es Alex. Unos peruanos están por realizar una obra teatral sobre el incanato en una iglesia pequeña, a Alex se le ocurre filmar las vicisitudes de ellos durante los ensayos y además entrevistarlos para que cuenten sus historias. El director de la obra teatral llamado Josué Huamancusi (Carlos Alcalde) ve con malos ojos la presencia de Alex durante los ensayos y con esa cámara filmando todo. Algo puede ocurrir en cualquier instante, la pregunta es que esconde Huamancusi.
La segunda entrega de Juanma Calderón es un viaje alucinatorio por dos mundos: el de los peruanos que tratan de labrarse una historia en España y el otro mundo el del director que haciendo un reflejo suyo en el personaje interpretado por Ciccia hace unas escenas llenas de simbolismos cuando los raptores lo llevan a su guarida a este último. Lo raptan y una mujer bella le baila ahí amarrado a su silla, mientras cuatro mujeres hacen unos ruidos extraños con sus bocas.
Ojo con las apariciones de Marino León y Tatiana Astengo en la película (ambos ya viviendo tiempo allá en España).