Motivos para ir andando a trabajar

Andando / CHILABEARLANDIA

Carlos es una persona extremadamente introvertida, pero todo el mundo parece pensar que el joven tiene un don para escuchar. De hecho, cada vez que entra en el autobús lo que hace es buscar con la mirada un asiento lejos del mundo, pero nunca lo consigue. Cuando no se le sienta al lado una señora que viene de la compra y le cuenta en qué se ha gastado hasta el último céntimo, en su viaje le acompaña un mendigo que intenta sacarle algo de dinero para un bocadillo. Carlos está harto. Ha llegado a intentar quedarse de pie en varias ocasiones. Pero es entonces cuando viene lo peor, porque, ya sea señora o ejecutivo, el indeseado parroquiano se le engancha al brazo para evitar caerse entre apostilla y aclaración. Lo ha probado todo. Cuando lleva una novela el tema de conversación gira en torno a lo interesante que es el libro. Cuando se esconde detrás del periódico la gente juega con él al escondite. Cuando mira por la ventana para hacerse el distraído una chica le saluda desde la calle. Si se cambia de sitio, parece el pilla-pilla. También ha probado a ir con cascos, pero entonces la gente le grita y solo sirve para llamar todavía más la atención. Incluso ha intentado ir acompañado, pero en este caso su acompañante queda en el más cruel de los anonimatos. Por esto, entre otras cosas, es por lo que Carlos ha decidido ir andando a trabajar.