Hay cosas como el salario que pueden merecerse o no. Hay premios que pueden alcanzarse siendo el mejor de entre todos. Pero hay otras cosas que no pueden merecerse, como el amor o el cariño.
Hoy os quiero agradecer el cariño inmenso con el que habéis acogido Productividad para Mentes Inquietas.
Me supera, se me hace difícil de creer, vale más que todos mis esfuerzos.
Sé que no lo merezco porque el cariño, lo repito, nunca se merece, gratis se da.
Lo único que os puedo decir a todos es que me dáis fuerzas para responder a ese cariño de maneras nuevas.
Responder y no pagar, porque pagarlo es imposible.
Pronto, cuando encuentre las palabras, os iré respondiendo uno a uno. Por ahora dejadme deciros, como diría mi sobrinito el rubio,
Muchisísimas gracias.
