(Si eres un directivo,empresario o persona 2.0 absténgase de leer este post, con usted no va la historia)
Entre los que nos movemos en este “mundillo” de las redes sociales en España, podía caber la desesperación de ver como se nos cierran puerta tras puerta, empresa tras empresa. Pero nos impulsa el optimismo y las ganas de asentar los pilares del cambio, para que la nueva era de la información se asiente. En estos años, he conocido directores de marketing de grandes firmas de moda y belleza, de consultoras de software, de servicios, que no saben hacer un tweet ni con un canuto. Y por más que uno se abra el pecho en canal y muestre al “experto” de la empresa de las bondades y ventajas de la tecnología social, estos responsables y expertos no lo ven, no lo entienden, no saben.
¿Redes sociales? ¿2.0? Mi no entender, ni oír, ni ver.En un cambio revolucionario siempre hay dos vertientes. Una que acepta la revolución y la adapta a su vida para seguir mejorando y otros que la obvian y miran para su lado. En este preciso momento, hay más mirando hacia el pasado que al presente. Por lo tanto solo la muerte o la jubilación, eliminará ese muro y pondrá a otra persona más joven y actualizada en ese puesto.
Por otra parte, el 2.0 podría ser impuesto por el dueño o el comité de empresa de la organización, pero si por desgracia ellos también miran para el siglo pasado, será entonces el inexorable paso del tiempo el que les quite de en medio para seguir avanzando, si claro; para entonces sigue existiendo esa empresa.
Para los que aplicarán el cambio, será un paso normal en su vida. Para los que “no lo vean” su salida de la sociedad , será dolorosa por mucho que se esfuerzen.Van surgiendo nuevas empresas jóvenes, donde el 2.0 está a la orden del día. La eficiencia de estas empresas nuevas frente a las consolidadas, es de un 50% o más. Empleados informados que pueden opinar, clientes que lo mismo, plantas de producción, inter-departamentos hablando entre sí. Ahorrando costes, tareas duplicadas, información pura y clara para todos. Nada de términos apáticos soltados con cuentagotas desde la dirección.
Con una población nacional creciendo a ritmo alarmante, nos queda la “única satisfacción” de que serán los jóvenes que ahora estudian, los que finiquitaran al último dinosaurio del pasado.
Los que deben impulsar el cambio ahora, se duermen en los laureles. Es por tanto necesario el cambio generacional.Pero no todo está perdido, aún nos queda esperanza antes de la extinción a las bravas, ya que cuando se empiece a crear empleo, las empresas 2.0 serán las elegidas por los trabajadores. Por lo tanto habrá una tendencia en el mercado que será imitado por el resto de empresas. Una especie de caída de fichas de dominó. Mientras tanto solo perseverando sin arrojar la toalla podremos ver los días dorados que se avecinan. No abandonar para que no nos cuenten otros, que ellos sí que estuvieron cuando reaccionó el empresariado español.
Sigamos en las redes….son nuestra mejor arma para cambiar las cosas.
(Homenaje a @JavierDeUseraR por ver puertas donde otros ven paredes)