Somos mucho más que piel. No somos una carrera para que nos vean ni para lucirnos. No somos solo los huesos que nos sostienen ni el alma que nos cobija. No somos el miedo que se cierne sobre nosotros ni la valentía de afrontar nuestros actos y decisiones. No somos lo que los demás ven ni solo lo que nosotros vemos. No somos las fobias, la ira, el amor, el consuelo, las rarezas, las virtudes, la distancia ni la presencia. Somos más. Muchísimo más.