Muere Orlando Zapata

Ayer se conoció la muerte del disidente cubano en la cárcel Orlando Zapata, debo decir que desconocía de su persona y, también de la huelga de hambre que llevaba a cabo y que a la postre le costó la vida. Orlando Zapata es uno de esos, de esas decenas, centenas, millones de idealistas que hacen temblar un régimen autoritario, autocrático, pagado de si mismo y trufado de fusiles con los que acogotan la ola irremediable de libertad y democracia.

De esa noble estirpe son Steve Biko, Andrei Sajarov, Ang San Suu Kyi, Nelson Mandela, Oscar Romero, Lech Walesa, los heroes de TiananMen y otros muchos que muertos o no denuncian la terrible realidad de la dictadura, que gritan frente a esos poderosos que frente a la ciudadanía son solo ídolos con pie de barro. Cuba acalla su presencia, su existencia, la situación pero la verdad es que con gestos como estes, inanes, ignominiosos de sordera, se pone de manifiesto lo que la diplomacia internacional en alguna ocasión calla: es una dictadura otoñal de un dinosaurio que llegó para ser revolucionario y acabó siendo un gris y melancólico Tirano Banderas.

¿Lo alegre? Precisamente eso, que la grieta, que la estaca que ata a los cubanos, que los que atenazan y amenazan por las noches, disminuye, que el lugar para huir del dictador decrece que el número de disidentes se multiplica, que las quejas, gritos, y murmuraciones contra el dictador de los cincuenta años no se acallan sino que ensordecen al que escucha, pero, eso si, hay que hacer por escucharlo y no dejarse llevar por la "real politik" frente a los prebostes castristas.

¿Lo triste? La sensación de que la Cuba bunkerizada del castrismo irredento solo podrá ser aligerada de su turbia presencia por sangre o sangre de guerra, tristísimo, o sangre de algunos disidentes y románticos que hagan caer el idolo perdido de una revolución que por fas o nefas nunca fue. Otra tristeza acomodada junto a esta, la sensación de que la triste y torpe dictadura cubana se puede eternizar en el impresentable Hugo Chávez, en el escurridizo Evo Morales, en el misterioso Rafael Correa, en el conocido Daniel Ortega, y en otros muchos mini dictadorcitos que esperan su momento de calavera y sangre. Una tercera tristeza con gravedad de lluvia es la más que probable tortura y abuso que sufrió Orlando Zapata antes de morir, una tortura que le provocó la muerte, que es aviso a disidentes y que indica que con las dictaduras "no se juega" porque los derechos humanos no tienen lugar si de lo que se trata es de la pervivencia del espadón dictatorial aun a costa del vergonzoso terrorismo de estado.

Orlando Zapata, como en otro día aquel Roque Dalton, se da de bruces y se “parte los morros” con los muros de un cuartel, del cuartel de la intransigencia, el abuso y la falta de democracia y libertad. Del cuartel que es metáfora terrible de la situación de la Cuba actual: represión, tortura, muerte y sacrificio en el crisol inmejorable de la dictadura.

Ahora la opinión pública internecional se echa las manos a la cabeza, el gobierno de Raúl Castro intenta disminuir su responsabilidad innegociable, estaba en custodia del estado cubano en una cárcel, y todos en general vemos como el abuso con su torpeza niemolleriana se nos manifiesta: mañana, hoy, esta tarde podríamos ser nosotros. Por lo tanto no nos callemos aunque el gobierno de Castro ha respondido con más represión y detenciones a las legítimas quejas de los cubanos ante el abuso.

Orlando Zapata, héroe por la democracia. Recuerdos del día de mañana.

Testimonio de la madre de Orlando Zapata: http://www.elpais.com/videos/internacional/Testimonio/madre/Orlando/Zapata/Tamayo/elpepuint/20100224elpepuint_3/Ves/

Imagen: http://ee.ultimahora.com/ultimahoraCOM/Internacionales/imagenes/larges/299307.jpg

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