Muerte blanca (Unni Lindell)

Publicado el 31 enero 2013 por Montse @almaprendida
Datos técnicosTítulo: Muerte blanca (Sukkerdøden)Autor: Unni LindellEditorial: SiruelaPrimera edición: Noviembre de 2.012
SinopsisKari Helene Bieler, una joven con problemas de sobrepeso, está comprando en una pastelería cuando ve caerse una magdalena y volar el azúcar glas de encima. En ese instante recuerda qué fue lo que ocurrió realmente dieciséis años atrás, cuando su hermano pequeño Gustav, siendo aún un bebé, murió.Esta revelación enfrentará a sus padres, John Gustav y Greta, y desencadenará una espiral de hechos espantosos, entre los cuales se encuentran los asesinatos del director de la Policía Judicial, Martin Egge, y los de varias mujeres inocentes.El secreto que rodeaba a la muerte del bebé permitió que, durante muchos años, un auténtico psicópata haya pasado totalmente desapercibido llevando una doble vida.Al amparo de estos hechos, un asesino implacable se siente impulsado a ejecutar una sádica venganza. La policía deberá enfrentarse a unos misteriosos crímenes excepcionalmente difíciles de resolver.El pasado de la joven agente Marian entra a formar parte del caso de una forma muy directa, y su relación personal y profesional con el responsable de la investigación, Cato Isaksen, se verá sometida a una dura prueba.       
AutorUnni Lindell (Oslo, 1957) ha publicado novela, poesía, relatos y libros infantiles, habiendo obtenido numerosos premios.Sus novelas policiacas destacan por la gran importancia que concede a la turbulenta vida privada de los investigadores, por la gran profundidad psicológica y la magistral caracterización de todos sus personajes, y por la presencia descarnada y sin censura del lado más oscuro del ser humano.Muerte blanca es la tercera entrega de la serie protagonizada por Cato Isaksen y Marian Dahle, que se inició con La trampa de miel y continuó con El ángel oscuro.
ArgumentoUn día comprando en una pastelería de la que es clienta habitual, Kari Helene Bieler observa como a la dependienta se le cae una magdalena. El azúcar hace que recuerde unos hechos que tenía escondidos en lo más profundo de su mente relacionados con la muerte de su hermano 16 años atrás.Decide contárselo a un amigo de su padre, el director general de la Policía Judicial, Martin Egge, pero éste es atropellado y posteriormente fallece.Marian Dahle, que mantenía una relación no solo profesional, también personal con Egge, decide investigar esa muerte y para eso sustrae el último informe que el policía había pedido antes de morir.¿Qué relación puede tener el fallecimiento por muerte súbita de un niño de diez meses dieciséis años atrás con la de Martin? ¿O tal vez Egge estaba haciendo demasiadas averiguaciones sobre el crimen organizado en Noruega? ¿Que es el proyecto "Nieve blanca"? . ¿Cuál es el motivo por el que una frase como no fui yo desata esa espiral de horrores?.
  • Martin Egge, director de la Policía Judicial, fue enterrado el jueves 6 de enero en el Crematorio-Este. Para muchos ciudadanos de este país, así como para los miembros de los cuerpos policiales, supuso una fuerte conmoción despertarse con la noticia de que había sido encontrado gravemente herido en un polígono industrial de Bryn, poco antes de la medianoche del 28 de diciembre, y de su posterior fallecimiento en el hospital de Aker al día siguiente. 
  • Fue entonces cuando, repentinamente, lo recordó todo. Las partículas del azúcar en polvo despertaron, por un momento, la imagen de otra cosaen el aire, antes de diluirse y desaparecer. En su interior escuchaba el eco de su voz de niña. Todo se precipitó por su conciencia, breves flashbacks giraban como pequeños relámpagos en su cerebro. Ella, que fue la de paso más ligero, que cayó de rodillas junto a él. El dolor que atravesó sus rodillas cuando golpearon contra el suelo. Estaba boca arriba, con los labios separados y amoratados. Su peso contra su cuerpo. La redonda cabeza de bebé que se balanceaba, los bracitos que colgaban sin fuerza. Como si ya estuviera muerto. Corrió hacia su habitación con el peso del niño en sus brazos. Lo puso sobre la cama y apartó la colcha, acomodó su cabeza en la blanca almohada con cuidado y levantó la camiseta haciendo pequeños pliegues para escuchar su corazón.
  • Poco después le habían llamado desde un número oculto. En un noruego cristalino le habían ordenado que se ocupara de los asuntos que competían a su cargo. Tú, como jefe de la Policía Judicial, no puedes llevar investigaciones privadas. Quien fuera tenía toda la razón, pero no era capaz de dejarlo. Sobre todo no ahora que Kari Helene había insinuado algo que le indicaba que podía haber relación entre varios casos diferentes. Una historia terrible que empezaba con la muerte del bebé y que podía no haber terminado aún.

Opinión personalEs la primera vez que reseño dos libros del mismo autor casi consecutivamente, pero, como ya dije el otro día, había esperado para poder leerme una obra a continuación de la otra, porque para mí es la única manera de poder seguir bien el hilo en las novelas de esta autora.Realmente no sé que decir que no haya dicho ya, pero lo intentaré hacer lo mejor que pueda. Eso sí, ya os adelanto que Muerte blanca es para mí superior a las anteriores, posiblemente porque en ella Marian Dahle se ha convertido en el personaje principal y porque Unni Lindell nos hace sentir como lo hace un psicópata de una manera escalofriante.
En la entrada anterior se me olvidó comentaros algo: estos libros forman una serie, que no necesariamente se tiene que leer ordenadamente, aunque sí es recomendable. Esta autora no acostumbra a destripar sus novelas en las posteriores y aunque habla de los casos, solamente les dedica tres frases; pero es mejor comenzar por el primero, para ir conociendo a los personajes y su evolución.Ambientada en Oslo y sus alrededores, como sus novelas precedentes, está estructurada en capítulos.
Con un estilo ágil y sencillo, mezclando narración y diálogo, y con unas descripciones minuciosas y pormenorizadas, Muerte blanca está escrita en tercera persona, con un narrador omnisciente, que nos permite conocer en todo momento los pensamientos de cada personaje.
La trama, muy compleja, formada por un montón de historias, como si de los hilos de varias madejas se tratase, está perfectamente trenzada, sin dejar ningún cabo suelto ni nada al azar. Como en las otras dos entregas, aunque nos va dejando caer pistas, nada es lo que parece.
El ritmo es rápido, gracias a los cambios constantes de escenarios y personajes dejándonos con la miel en los labios y a la utilización de diálogos en el relato, en algunos momentos vertiginoso por las situaciones vividas, con varias intrigas que nos mantienen en suspense y prendidos durante toda la narración.
La caracterización de los personajes, como ya mencioné en la reseña de El ángel oscuro, es el punto fuerte de Unni Lindell. Aunque para ella es importante que la trama sea buena, el retrato psicológico de los actores es fundamental.
En esta obra ha dado un paso más con respecto a las anteriores, ha hecho protagonista casi absoluta a Marian Dahle y éste es un personaje que da mucho juego; y aquí, a sus señas de identidad que ya conocíamos, ha añadido la relación profesional y personal que mantenía con el policía fallecido, lo que la hace aún más vulnerable y, por ende, más peligrosa; continúa con sus sentimientos de culpabilidad y vamos descubriendo poco a poco más cosas de su vida, lo que nos ayuda a entenderla mejor y a comprender su peculiar forma de ser.
En la entrada de El ángel oscuro comenté que me gustaba más Cato que ella; ahora ya no: soy una fan incondicional de Dahle. Y os preguntaréis el motivo para semejante cambio de parecer. Pues os lo cuento: he llegado a la conclusión, pero es una percepción mía, de que Isaksen tiene un problema con Marian y me inclino por dos opciones: o siente un irresistible deseo sexual por ella que no reconoce y, por lo tanto, reprime, o tiene una envidia malsana porque la mente de Marian roza la genialidad y es capaz de ver hechos donde los demás no ven ni conjeturas.
Los ambientes y escenarios maravillosamente conseguidos, con una crítica feroz a la justicia noruega (yo, que me quejaba de las condenas por asesinato en este país, estoy encantada con lo que tenemos; allí sale aún "más barato matar" que aquí) y también toca el tema de la inmigración y su relación con el crimen organizado: narcotráfico, blanqueo de capitales... Las escenas que se desarrollan en el exterior me han hecho pasar un frío espantoso, y me ha hecho sentir la nieve y el hielo en todo mi ser; y las de Marian "comiendo" me han quitado el hambre para una temporada.
Me maravilla la facilidad de esta autora para crear atmósferas agobiantes y para hacernos poner en la piel de los protagonistas y sufrir con ellos; su minuciosidad detallándonos todo es asombrosa.
El desenlace, impactante, aunque no sé porqué me sorprendo; como acostumbra, cuando pensamos que ya tenemos todos los "enigmas" descifrados, con un giro narrativo espectacular nos brinda un final inesperado e insospechado.
  • Ya sabes, la élite conserva el poder no sólo controlando a sus inferiores sino controlando los medios, lo que se dice en público, todo lo que tiene que ver con la comunicación.


Valoración: 9
Leído el 17 de Enero de 2.013

Montse Martín