Revista Diario

Mujeres que corren con los lobos

Publicado el 22 septiembre 2014 por Joanaabrines

Mujeres que corren con los lobos
Después de todo el verano paseando el libro de Clarissa Pinkola Estés, por fin he leído un nuevo cuento. Manaweeha sido la incorporación a este verano prolongado con tintes de luminosidad. En los cuentos populares al igual que en los sueños, podemos comprender los contenidos de manera subjetiva” dice Clarissa al analizar el cuento, después de leerlo. Y es cierto porque muchas veces lo subjetivo se confunde con lo objetivo, de la misma manera que lo de fuera es igual a lo de dentro. “Som un tot, que no va enlloc sense la primera persona del plural” escribí en un poema que ahora empiezo a comprender.
El cuento de Manawee explica la doble naturaleza humana y las dos naturalezas de lo femenino. Clarissa define la mujer como un ser exterior (civilizado) que convive con una criatura interior (salvaje). La parte exterior vive a la luz del día y es fácilmente reconocible porque es pragmática y humana; lo que llamamos ego. En cambio, el ser interior es más espiritual, vive en el intramundo y tiene unas sensaciones más originales, más propias; es un ser sorprendente, sabio y más profundo pero menos accesible, incluso para si mismo. Y esa dualidad que parece irreconciliable es precisamente lo que nos hace humanos. Imagino que ocurre lo mismo con los hombres pero hablaré de las mujeres para intentar comprenderme un poco más.
Las mujeres somos 2 mujeres en 1: la exterior y la interior. Sin que eso sea peligroso ni síntoma de dislexia emocional. Somos dos elementos separados pero unidos entre sí que se combinan en la psique de mil y una maneras diferentes. Sentir el poder de dos como una entidad integral seguramente es la parte más interesante pero que personalmente y durante mucho tiempo no he sabido asimilar. Incluso, alejándome de mi misma, sin ser capaz de vivirme plenamente. Y os aviso desde ya que la separación de estas dos naturalezas, intrínsecamente unidas, provoca desequilibrios emocionales, psicológicos y espirituales, en contra de lo que pueda parecer. Así que hay que volver a encontrarse con la mujer salvaje que llevamos dentro.
Hay personas que no pueden tolerar esa dualidad y buscan la perfección y la verdad como la única sustancia femenina pero ese elixir no existe y nos puede pasar como le ocurre al desconocido del cuento que fracasa porque solamente desea adquirir lo femenino como una posesión sin que le interesa su doble naturaleza. El desconocido puede venir del mundo exterior o del mundo interior de una misma.
El cuento me ha recordado que estoy aquí para alcanzar la belleza de la luz. Luz propia también con sombras y la intensidad de la consciencia. Olvidando los huesos, que recogiendo la metáfora del cuento únicamente satisfacen el vientre pero no el alma. He aprendido a respetar las prioridades, a concentrarme, a estar atenta, a preguntarle a mi yo profundo qué quiere. A los 30, he entendido que también soy una mujer interior, aquella que añadida a mi misma, sumamos 2.
Por eso quiero seguir nombrando para hacer real. Por eso, quiero conservar los nombres y al pronunciar el nombre de una persona que quiero, formular un deseo. Por eso, digo: Joan eres un amante audaz que tiene la paciencia (paz y ciencia) y el ingenio para comprender mi naturaleza profunda. Gracias.

Volver a la Portada de Logo Paperblog

Sobre el autor


Joanaabrines 189 veces
compartido
ver su blog

El autor no ha compartido todavía su cuenta El autor no ha compartido todavía su cuenta

Revistas