Mundo Sin Colores (Febrero 2010).

Esto me trae coloridos, dulces, recuerdos de Carelyn y Bárbara.

  ¿Cómo sería un mundo sin colores?
Imagina un mundo totalmente gris, sólo habría una vacía y triste escala de grises. Gris insípido y deprimente, sobre él nada resaltaría, nada tendría vida y todo tan fúnebre.

  Un mundo gris, árboles grises que parecerían siempre marchitados, carros grises casi que iguales con modelos que darían igual, ropa gris que sería insípida y aburrida, flores que por más que tengan olor maravilloso siempre te parecerán de funeral, siempre. Siempre será lo mismo todo, todo gris, sin novedad alguna.

  Los diseñadores de modas fracasarían, los artistas plásticos perderían su creatividad, el diseño en general sería en vano sin colores y el arte se fuera perdiendo.

  Imagínanos, estaríamos fastidiados siempre con lo mismo, nos cansaría hasta abrir los ojos, ver lo mismo, caminar para observar tanta muerte alrededor. La depresión sería la nueva epidemia, el nuevo “estrés”, y la alegría sería suplantada por el negativismo.

  Sin los colores, sin los magníficos arcoíris en nuestros cielos, sin flores coloreadas de sentimientos y sin color en nada, sin ello Dios hubiera fracasado en la mayor parte de la Creación y todos lamentarían tal mundo triste, gris y fatal.

  Gracias al perfeccionismo de Dios, que tuvo cuidado hasta en el detalle de colores darle a toda maravilla de su creación. Algo tan simple, pero que sin él todo sería diferente. Algo tan simple que pinta tantas cosas, incluyendo la felicidad.