Hace poco pasamos un día fantástico en Mundomar, y eso que para el mayor era la tercera vez que íba. A mis peques, cómo a muchísimos niños y niñas, les encanta ver animales. Cualquier actividad que implique pasar un rato junto a ellos es un éxito seguro.
Con la campaña de halloween, los niños disfrazados entraban gratis. Así que decidimos acercarnos a Benidorm y pasar allí el día. Porque, aunque Mundomar no es de los parques de animales más caros (17,50€ por adulto y 15,50 los niños comprándolas online) las promociones siempre se agradecen, ¿no? Eso sí, los menores de 4 años no pagan.
Mundomar es un parque de animales exóticos y marinos que está en Benidorm. El parque no es demasiado grande, así que en unas pocas horas lo puedes ver todo. Creo que llegamos allí sobre las 13:00h, creo, y nos sobró tiempo para todo. Es que nos hicimos un poco de lío con el cambio de hora.
Lo único "malo" es que está en la ladera de una montaña, en pendiente. Así que estás subiendo y bajando todo el día y al final acabas reventado. Pero... hacer algo de ejercicio siempre viene bien. Además, así ayudamos a fortalecer glúteos y piernas.
Una gran ventaja que tiene sobre otros sitios del mismo tipo es que aquí si puedes entrar tu comida. Tiene una zona de picnic, pero no es accesible para carritos ni minusválidos ya que está al final de un montón de escaleras. Pero en la zona del restaurante también hay un montón de mesas en el exterior que también pueden usarse para el picnic. Allí fue donde comimos nosotros.
Además, junto al restaurante está el recinto donde se realiza el espectáculo con los papagayos. Esta es una de las tres exhibiciones que podemos ver en el parque. Entramos a la sesión de las 14:30h, aunque creíamos que era la de las 15:30h. Cómo acabábamos de comer los bocatas, nos tomamos los cafés viendo el espectáculo. Dentro del recinto hay un montón de mesas, de forma que si te apetece puedes comer mientras ves todo lo que son capaces de hacer estas aves entrenadas. Lo que ya no sé es si allí te puedes comer tu picnic o sólo la comida que compres en el bar.
Al terminar el show, que habían ambientado para la ocasión, salimos corriendo para llegar al espectáculo de los leones marinos que comenzaba a las 16:15h. Allí fue donde, al ver que era la hora y no aparecía nadie, nos dimos cuenta de que no llevábamos la hora cambiada en los relojes. Aprovechamos esta horita para ver el resto de animales que faltaban.
En el parque lo que podemos encontrar son: flamencos, cigüeñas, gruyas, cisnes, tortugas de tierra y agua, buhos, murciélagos, perritos de las praderas, monos capuchinos, lémures, tucanes, focas y leones marinos, suricatos, pingüinos, delfines, algunas otras aves exoticas y algunos animales marinos más. Por tanto, si lo que queréis ver son leones, tigres y elefantes tendréis que buscar otro sitio.
Aun faltaba un ratito para que empezara la siguiente exhibición y nos acercamos al parque infantil. Es una zona con grandes toboganes, hipopótamos enterrados, mucha tierra, escaleras, puentes, tirolinas, etc. donde los enanos, las enanas y algunos padres y madres (entre ellas yo) lo pasan en grande. Como la peque aun es muy peque para ir sola, no paré de lanzarme por esos tubos con ella. Íbamos siguiendo al mayor y haciendo lo mismo que él, dentro de nuestras posibilidades, claro. Al final me faltaba el aliento.
En el espectáculo de los leones marinos, unos marineros zombies nos explicaron las diferencias entre las focas y los leones marinos. Y nos mostraron cómo cantaban, bailaban, abrazaban y besaban estos enooooormes animales acuaticos.
Y ahora, ¡Rumbo al delfinario! Que está en la parte más alta del parque, por cierto. Solamente faltaba ver esa exhibición que empezaba a las 17:15h. Cómo ya se hace de noche muy pronto, ver a los delfines nadando con el sol del atardecer reflejándose en el agua me pareció un momento mágico.
Cómo somos muy cotillas nos pusimos en primera fila y en un momento dado en el que los delfines hacían saltos y piruetas a ritmo de rock and roll saltó una cortina de agua que nos empapó a todos, cámara de fotos incluida.
Mi hijo empezó a gritar: - ¡¡¡¡Cómo a molado esto!!!!
Yo en cambio pensaba: -¡J****, 200€ de cámara a la basura!
Menos mal que al final solo se mojaron los disfraces que llevaban sobre la ropa y que la cámara sigue funcionando. Para prueba, el montón fotos que os dejo aquí.
Nosotros seguramente volveremos a ir. Y vosotros ¿habéis estado allí? ¿Que os pareció?