[ El ex miembro de la Marina tailandesa falleció al haber quedado sin oxígeno tras entregar una reserva.
La tragedia recuerda la dificultad del camino que hay que recorrer, bajo el agua, hasta llegar a los doce niños y su entrenador de fútbol, bloqueados en esta cueva inundada.
Un buzo experimentado necesita 11 horas para hacer un viaje de ida y vuelta hasta donde están los niños.
El recorrido es de varios kilómetros e incluye pasos angostos y tramos bajo el agua.
Esperan poder, con ayuda de bombas, que el nivel del agua baje a tiempo lo suficiente como para que los niños puedan salir de allí sin tener que bucear o haciéndolo en momentos contados.]