[La matanza de Texas -The Texas Chainsaw Massacre-, que en 1973 Hooper rodó con menos de 300.000 euros, cuenta cómo un grupo de chavales de Austin cruzan sus pasos con una familia caníbal.
Al igual que pasó con La noche de los muertos vivientes, de Romero, con muy poco presupuesto el rédito en taquilla de La matanza de Texas fue colosal, e impulsó un cine indie de terror sin complejos a pesar de haber sido prohibida en varios países por su violencia.
“Parecía que alguien hubiera robado una cámara y se hubiera puesto a matar gente. Tenía una energía salvaje, que yo no había visto nunca, sin ninguno de esos bálsamos que lo suavizan todo. Wes Craven
Los creadores de la película no vieron ni un dólar hasta muchos años después a pesar del éxito. La distribuidora Bryanston Distributing —la misma de Garganta profunda, liderada por el gánster Louis Butchie Peraino— se negó a pagar.]
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