El concierto sacudió el ronroneo otoñal de la noche lloviznante con una ejecución vibrante y colorista del grupo, liderado por el flautista Miroslav Matjka, quien logró de su instrumento un fraseo contudente en la Marcha turca de Mozart muy complicado de conseguir, así como las cuerdas supieron adaptarse muy bien al cromatismo del piano.
Esta mañana de domingo al entrar en el café habitual de la Avenida de la Estación me he encontrado tomando té a un chico (tal vez de mi edad), algo corpulento, rubio y lacio con rostro travieso y sonrosado, de rasgos eslavos. Era el flautista Miroslav. Él también me había reconocido así que aproveché para hablar con él en inglés, felicitándole por su actuación. Él seguirá de gira por España unos días más, hoy domingo en Zamora y la próxima semana por algunas ciudades del norte.
Seguro que la nueva temporada de las Juventudes Musicales nos deparará conciertos provechosos y sorpresas estimadas dentro y fuera de la sala con la presencia de grupos como el Ensemble Martinu, cuya música rompió la somnolencia otoñal de este mes de octubre.