Muxía

Publicado el 01 septiembre 2014 por Retolicasdelvallico @retolicas

A la viejísima meiga no le agradó aquel hierático monumento. Un menhir sesgado a la mitad, en terreno sagrado, era invocar la furia de los cielos.

Mientras se alejaba en su barca, las llamas consumían milenios de peregrinación. La omnipotencia del océano, desdeñada por los comerciantes, sofocaría sin piedad los paganos restos.

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