Busqué y busqué hasta que encontré mis zapatos ideales. Taconazo y super plataforma lo que hacía que mi pie no estuviera muy inclinado porque ya os dije que yo nunca he llevado tacones y mi deseo era aguantar con ellos lo máximo posible. Y así fue.
Desde las 16h que me vestí porque vino el fotógrafo a casa hasta casi la 1 que fue cuando empezó el baile estuve con mis zapatos puestos, la mar de cómodos y recibiendo comentarios de "como puedes aguantar el tacón?"
El truco efectivamente era la poca inclinación.
Y aquí tenéis mis zapatos, de Casas, que evidentemente pienso volverme a poner para futuras celebraciones y amortizarlos!!!
En resumen, fui comodísima toda la tarde y toda la noche y pude disfrutar a tope de nuestra boda sin tener que ir llena de tiritas u otros elementos anti-rozaduras.