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Mythelodeon - Arnold.

Publicado el 17 agosto 2011 por Sebastianguajardo
Mythelodeon - Arnold.
A fin de cuentas Arnold no tenía la vida resuelta. ¿Alguien conoce algún ex compañero de colegio que siempre sacaba un lugar entre los tres primeros del curso y terminó vendiendo seguros en una esquina en el centro? Bueno, algo así es lo que le pasó al chicoco. No es que se haya vuelto tonto, es que la vida le jugó en contra. Veamos.

Mythelodeon - Arnold.

La pandilla a los 9 años.


La historia que nos cuenta Nickelodeon habla de un cabrito de 9 años que vive con los abuelos paternos en una casa de huéspedes con, obviamente, los huéspedes, una serie de personajes muy distintos entre ellos que hacen las veces de familia multiétnica. No se sabe mucho de sus papás y es en el último episodio transmitido de la serie donde se resuelven algunas dudas. Para revisar eso puede pasar por esta entrada y dirigirse hacia el final donde están los videos del capítulo “El Diario”.
Bueno, la cosa es que cuando Arnold tenía 16 años su aventurera abuela murió en una de sus locuras. Cayó de un segundo piso convencida de que podía volar. Como era de esperarse, el abuelo de Arnold cae en una profunda depresión y muere en el hospital de la ciudad luego de ser internado por una serie de complicaciones relacionadas con su salud física. Tras ese escenario, Arnold queda desamparado. Sus abuelos nunca tramitaron la herencia y los huéspedes aprovecharon el momento de debilidad para tomarse la casa y echar a Arnold de ella. Esta situación fue repudiada por todos los vecinos que seguían en el vecindario pero nunca llegaron a desalojarlos. Arnold fue acogido por la familia de su mejor amigo Gerald, el negrito que se peina como Marge Simpson. 
Pero la situación no mejoraba. Arnold lo había perdido todo y ahora era un allegado. Con el tiempo se hicieron evidentes sus problemas de insomnio y desórdenes alimenticios. Había bajado mucho de peso. La angustia lo llevó a fumar unos cuantos cigarros que luego de un año ya eran dos cajetillas diarias. Consiguió un trabajo de medio tiempo donde ganaba lo suficiente como para pasarle unas monedas a la mamá de Gerald por los gastos y pagar sus vicios. 

Mythelodeon - Arnold.

Wolfgang.

Había noches en que Arnold no llegaba a la casa, no le importaba lo que pensara su nueva familia. Por ahí, en esas noches de parranda, se reencontró con Wolfgang y sus nuevos amigotes, todos comandados por Gino, el mafioso al que Sid le trabaja en algún capítulo. No lo llevaron a muy buen puerto. Arnold se dejó influenciar por esta gente y entró al mundo de las drogas y la delincuencia, se dedicó a cogotear a la gente de otros vecindarios y del centro ¿Se acuerdan del capítulo en que hacen la obra de los alimentos dirigida por Helga y Arnold con Gerald llegan al centro vestidos de fruta? Bueno, era un indicio de lo que le esperaba. Como no todo podía ser tan malo, entre carrete y carrete, matonaje y matonaje, Arnold conoció a un fan de Kurt Cobain que hacía clases de guitarra. Se hicieron amigos y éste gallo lo pudo ir sacando poco a poco del ambiente en que el cabeza de balón estaba hundido, formaron un grupo de grunge que, en principio, tocaba patéticamente las canciones de Nirvana y de Sex Pistols. Así se ganó unas monedas extra pero ya había dejado la escuela y no podía salir de la noche y los vicios… por muy preocupados que estuviesen en la familia de Gerald por la situación de Arnold, no era mucho lo que sacaban dándole sermones en la casa. El morenito, por su parte, se dedicaba a estudiar para ser un gran empresario “¿Qué más puedo hacer por él?”, pensaba. Ya ambos tenían 18 años y Gerald estaba convencido de que Arnold sería siempre su responsabilidad, eran más que amigos, hermanos. 

Mythelodeon - Arnold.

Gino y Sid.

El Día de Acción de Gracias siempre fue una fecha especial para Arnold, recordemos el capítulo donde se va de su casa por no tener una familia normal, igual que Helga que se siente ignorada en la suya. Llegan a la cena del señor Simmons, el profesor que se viste igual que Doug Narinas. Bueh, la cosa es que ese día hacen una cosita especial en la casa de Gerald y, por fin, logran hablar con Arnold para que salga de todo el mundillo ese donde está metido y vuelva al colegio a estudiar y terminarlo… Y como era de esperar, en ese contexto tocaron la fibra sensible de Arnold y se dio cuenta de lo que había hecho con su vida y de cómo otros lo habían llevado a eso aprovechándose de todos los momentos frágiles que vivió. Si nunca la culpa es de uno.
No se sabe a ciencia cierta cómo Arnold consiguió desvincularse del mundo en el que había estado viviendo por más de un año e, incluso, a veces se rumorea que sigue vinculado a toda esa gente pero sólo para comprar sus dosis diarias (que no son las de Alberto Montt) mientras el proceso de rehabilitación está en curso. Otros dicen que sólo es amigo del fanático de Kurt Cobain y suelen visitarse a componer canciones y tocar un rato. ¡A todo esto! Arnold fue reemplazado en el grupo por un muchacho que hacía las veces de manager y no tenía tanto problema… el grupo logró ser un poco más conocido pero ese desgano, la rabia que lo caracterizaba, se transformó en sonidos más armónicos. ¡Puaj!.
La historia de Arnold continuó, obvio, pero seguiré desarrollándola en otra entrega. Ahí vamos a ir conociendo qué fue de los demás chiquillos de la pandilla esa fanática de baseball, sus padres y algunos vecinos. Todo tiene que entrelazarse de alguna manera...
¡Todo eso y más, aquí, en su blog favorito sin visitas!.
ADVERTENCIA: Todo lo que usted puede leer aquí no se trata de algo oficial, es producto de mis ratos de ocio.

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