Quieres saber de qué eres capaz realmente? Empecemos por el principio.
El cerebro del bebé
El cerebro de un bebé es asombroso. No tarda nueve meses en crearse, sino siete millones de años y unas 350 mil generaciones. Todas las habilidades, conocimientos, y talentos cultivados por nuestros ancestros están almacenados en el cerebro del bebé. Son como muchos programas de software que solo se activan cuando el bebé se relaciona con su entorno. Y lo más asombroso es que si no se activan en el momento apropiado, simplemente desaparecen. Pensemos en el lenguaje por ejemplo. Si un niño no está expuesto al lenguaje antes de los ocho años, es posible que jamás aprenda a hablar. Se puede ver entonces lo importante que es la interacción, que despierta y refuerza nuestra inteligencia latente.
Conocimientos almacenados en el cerebro del bebé listos para activarse.
La importancia del juego
Y algo más: hemos evolucionado para aprender mirando las cosas de distintas perspectivas, y conectándolas. Eso lo hacemos a través del juego. No sería maravilloso tener esto presente al crear niños? Dejarlos jugar de pequeños y también cuando se hacen mayores? Según su maestro, Charles Darwin nunca llegaría lejos porque pasaba demasiado tiempo jugando con insectos... Dejemos que los niños jueguen, porque el juego nunca es solo juego. Desde ya, esto implica invertir más tiempo y energía.
El juego es la mejor inversión para un aprendizaje sólido y duradero.
Pero a la hora de elegir donde concentrar los recursos para que los niños aprendan, lo mejor es concentrarse en la prepubertad. En ese momento, aprendemos imitando a las personas de nuestro alrededor.
La adolescencia como una oportunidad
A partir de los once años aproximadamente, esto cambia. Se despide el niño fácil y maleable y aparece el adolescente rebelde y desafiante. A dónde fue a parar ese niño tan mono? Qué ocurre en ese cerebro? Muchas de las conexiones establecidas en la infancia se rompen y reforman. De los 12 a los 20 años aproximadamente, en el cerebro del joven tiene lugar el equivalente a un terremoto. Basta de aceptar lo que dicen los adultos! Es cerebro del adolescente necesita hacer las cosas a su manera. "Oh no!" piensan los padres, "oh sí" piensan los científicos evolucionistas, porque si no hubiésemos desarrollado este impulso de hacer las cosas de manera diferente, jamás habríamos llegado tan lejos.
Torbellino en el cerebro adolescente
Hasta hace 60 mil o 70 mil años, a los niños les convenía crecer iguales a sus padres - hasta que llegó la última era de hielo. Debemos estar agradecidos a los niños de nuestro ancestros que decidieron separarse de sus padres, condenados a morir congelados. Construyeron balsas y cruzaron el océano, esperando encontrar climas más cálidos. Esto hizo que correr riesgos se convirtiera en algo fundamental en la adolescencia.
No deberíamos menospreciar la adolescencia, sino honrarla por lo que realmente es: la lucha decisiva, el momento en el que las nuevas generaciones desafían el status quo y generan nuevas formas de ser y pensar que garantizan nuestra supervivencia. Imaginan qué pasaría si concediéramos a la adolescencia la libertad de aprender de esa lucha? En lugar de forzarlos a sentarse pasivamente en clase, qué pasaría si confiáramos en que el anterior aprendizaje por imitación ahora les permite desplegar las alas y resolver las cosas por sí mismos? Esto puede sonar aterrador pero no lo es porque si permitimos que su curiosidad natural surja desde la infancia, los adolescentes estarán ansiosos de aprender y conquistar cimas inexploradas del pensamiento. Y eso no es aterrador, es altamente estimulante. Hemos evolucionado para ser así, es lo que nos convierte en personas plenas y adaptadas.
Si se les deja, los adolescentes encontrarán su lugar en la sociedad de manera armoniosa.
Dejemos de tratar de vivir de una manera perfectamente contraria a la forma a la que estamos programados. Permitamos que tanto nosotros como la próxima generación reivindique el increíble regalo de nuestros ancestros. La adolescencia no es un problema, es una oportunidad.
Transcripción parcial de Nacidos para Aprender.
Los centros educativos tradicionales favorecen el desarrollo óptimo y natural del aprendizaje? Ofrecen multitud de experiencias para la interacción y buenos modelos a imitar? Le dan la importancia que se merece al juego y a la libertad para crear nuevas formas de pensar y resolver problemas? En mi humilde opinión, la gran mayoría no.Más información: born-to-learn.org