A veces, no hay más verso que el que ardeni
menos, de tal palo tal astilla;rincones
que lo tienen todo,plazas,
completamente vacías.Fantasmas
sentados en los sillonesde
millones de casas habitadasy
vivos que parecen muertosesparcidos
por la vida.Hay
menos pájaros en manoque
cientos volando;más
amores que separadospues
cuando acaba de pasar la nubesiempre
queda el cielo prometido.No
siempre los ríosvan
a parar al mar, que es el morir.A
veces, solo a veces,en
la línea frágil del alba,la
luna y el sol,pueden
volverse a amar.
Carlos Gargallo (c)