Nada que perder. Un día, alguien con poco o nada que perder va a darnos una manita de pintura en la cara.
Obama congelará el sueldo a los funcionarios, los editoriales yanquis nos sitúan en el disparadero, los analistas políticos se han pasado al fútbol, donde practican el pase corto verbal, maltratan la lengua con alevosía y siempre salen ganando. En diferido, a las tantas de la mañana, observados por la masa insomne, los analistas políticos parecen frikis, ya ni se pelean, abrumados por los datos y los intereses entreverados, simplemente son sintomáticos. En la habitación de junto gritan los analistas deportivos. A medio camino, un corresponsal televisivo catalán aprovecha la ocasión para saludar a la audiencia de la zona nacional con evidente sorna, pues, cuestionado sobre las reacciones tras las elecciones, espeta que además de elecciones hubo fútbol. Cinco a cero. Cinco-mentarios.
Ahí va "Cuando gana el fútbol", un artículo de José Sámano.
http://www.elpais.com/articulo/deportes/gana/futbol/elpepudep/20101129elpepudep_15/Tes