Justo a raíz de la temporada de calor, le he estado echando un ojito a todos mis pre-juicios, todo porque me caché pensando: hoy tengo que usar pantalón para salir (con una temperatura de 36°C) porque traigo un moretón acá… o sea ¡Siempre traigo moretones o rasguños o loquesea! soy humana, tengo gatos, tengo vida , tengo diagnósticos que hacen que tener un moretón sea cosa cotidiana.
Y entonces el domingo me enganche en este fragmento del sutra del corazón:
“Nada se mancha, nada es puro”.
Y todo es parte de lo mismo, mis moretones y rasguños son parte de mi, no hay por qué pretender ser “perfecto” (lo que sea que eso signifique) no es real… sigo en mi autococowash…