Nadie es imprescindible.

En nuestros pensamientos creemos muchas cosas que luego en la realidad se nos desmontan, creemos que podemos estructurar nuestras vidas hasta que los problemas cotidianos las desestabilizan, creemos en nuestra salud de hierro hasta que la enfermedad nos paraliza, creemos que nuestra juventud será eterna hasta que las canas la emblanquecen, creemos que los demás son imprescindibles hasta que nos damos cuenta que solo nuestras propias fuerzas y voluntad nos cimentan en la tierra de las emociones. 
Nadie es imprescindible, ni siquiera nosotros mismos.by Neuriwoman
(La fotografía de base la tome en el Jardín Histórico-Botánico de Málaga en Junio de 2012)