Todas las aventuras inspiran. Desde el momento en que alguien se lanza a un mar desconocido o peligroso sus barcos brillan de grandeza, sus palabras atrapan con la emoción de una sirena.
En estos días se multiplican los aprendices de capitanes que emprenden viajes a mares tenebrosos, y que hacen de ello una historia:
- en la televisión
- en sus blogs
- en un libro
- en twitter
y en cualquier otra parte que les permita ganar notoriedad. Y pensamos en ellos como en los héroes de antaño, como los héroes que deseamos ser.
Pero muy pocos son héroes, y pocos héroes son guías a quienes seguir.
No, el héroe no es un héroe hasta que vuelve del mar tenebroso y nos explica sus peligros. Hasta entonces solo es uno más entre nosotros, con quien podemos hablar como se habla con cualquier otra persona, o como con un niño que pretende ser un héroe.
Foto CC –by Louis Vest
