Revista Literatura
Najwa y la libertad de culto
Publicado el 27 abril 2010 por OnomatopeyistasEl caso del velo de Najwa ha abierto en nuestro país un interesante debate. ¿Se debe permitir el velo islámico en nuestras aulas? Según el colegio de Pozuelo de Alarcón no debe consentirse que los alumnos cubran su cabeza con ningún tipo de prenda: gorros, viseras, pañuelos… Pero, ¿es el velo una prenda corriente más?
Otros sectores de la población han argüido como argumento la razón de que nuestro estado debe poseer una educación laica, con unos recintos desprovistos de símbolos religiosos. Además, proponen también que las expresiones religiosas deben formar parte del ámbito privado.
El velo no es una prenda corriente más. Para las mujeres musulmanas, el velo representa una identificación cultural y religiosa hacia el Islam, totalmente voluntaria, que sirve como reflejo de la llegada a la edad adulta. No hay como echar un vistazo a los países mediterráneos del norte de África para descubrir que el velo ha pasado a ser una prenda cultural y tradicional además de religiosa. Parece entonces frívolo comparar el velo con un gorro o un pañuelo.
Por otro lado, para aquellos que argumentan que el Estado debe estar libre de símbolos religiosos, cabría hacer una importante distinción: no debe confundirse el laicismo con la libertad de culto. El Estado, como ente, debe ser aconfesional y laico. Esto quiere decir que las escuelas, institutos, profesores y universidades no deberán mostrar preferencia por ninguna religión. Ahora bien, los alumnos, como individuos, son libres de mostrar sus creencias a través de símbolos que no impidan el desarrollo normal de las clases: ya sea con una cruz colgada del cuello, un lunar en la frente o un velo.
Existen además otro tipo de personas cuyo argumento de base reside en la idea de que muchos occidentales tienen importantes restricciones a la hora de pisar suelo extranjero y que, por lo tanto, debe tratarse a los inmigrantes con el mismo respeto con que ellos nos tratan a nosotros. Pero nuestra civilización habrá fallado en el mismo momento en que decida adoptar esta postura, ya que es precisamente la tolerancia religiosa y la igualdad entre personas lo que nos distingue. O lo que es lo mismo, promover la tolerancia en lugar de la represión.
El velo no denigra la imagen de la mujer musulmana. No es ese su fin y no debe confundirse con el burka. El burka tiene como fundamento la idea talibán de que el cuerpo femenino debe ser ocultado por completo a la vista, ya que éste es inferior al del hombre. Esto, como es obvio, denigra de manera machista la imagen de la mujer. Pero el velo ni es machista, ni es un gorro, ni un pañuelo, es una prenda que fundamenta la personalidad de toda una cultura.