Cansancio
Nasrudin estaba cansado y no podía conciliar el sueño. Se levantó de la cama refunfuñando. Era inútil quedarse, sufriente.
Deambuló por toda la casa mientras pensaba o lo intentaba. Hizo todo
lo tradicional, lo sabido, paso a paso, maldición a maldición.
Luego de un largo rato decide volver a la cama pero un rayo de luz lo sorprende atravesando la ventana de su cuarto. Se le ocurre salir y decide intentar dormir a pleno sol.
No supo más hasta llegada la noche.
El Mullah Nasrudin, mientras se desperezaba, se preguntó: ¿Es que el cansancio acaba de ser agotado por el propio cansancio y por eso me quedé dormido?