El fuero interno
—Hay cosas, dijo el Mullah Nasrudín, que en su fuero interno uno sabe positivamente que no son nada ciertas.
—¿Podría darme un ejemplo?, preguntó alguien que siempre buscaba pruebas de lo sobrenatural.
—Por cierto que sí. Vez pasada, por ejemplo, salí a dar un paseo y casualmente alcancé a oír un rumor de que yo estaba muerto.