Clarividencia
—Eh, Mullah, llamó un airoso noble al pasar junto a Nasrudín por el camino, ¿cuál de estos recodos debo seguir para llegar a la capital?
—¿Cómo supo usted que soy Mullah? preguntó Nasrudín.
El otro, que sólo había usado la palabra al azar, quiso mofarse del simplón y respondió:
—Puedo leer la mente de las personas.
—Muy bien, dijo Nasrudín mientras proseguía su marcha, entonces lea cuál es el camino hacia la capital.