Nasrudin

Publicado el 11 septiembre 2014 por Chesaudade
Deuda pagada
Nasrudin fue a que le cortaran el pelo. Al salir se metió en el bolsillo
la navaja de afeitar y se fue sin pagar.
—¡Oye!, le gritó el peluquero saliendo tras él. ¡Me debes el corte de pelo!
—No te preocupes, dijo el hombre de la silla siguiente. El Mullah es un hombre honorable. Te pagará.
Al día siguiente, Nasrudín volvió y dio una moneda al peluquero.
—Aquí está el dinero que te debo, dijo.
Cogiendo la moneda, el buen peluquero se disculpó por dudar de la honradez del Mullah.
—Pero queda todavía el pequeño asunto de mi navaja.
—Desgraciadamente, contestó Nasrudín, tuve que venderla para pagarte mi deuda.