¿La barba de quién?
Nasrudín soñó que tenía la barba de Satanás en la mano. Tirando del pelo, gritó:
—El dolor que sientes no es nada comparado con el que infliges a los mortales que llevas por mal camino.
Y dio a la barba tales tirones que se despertó gritando de dolor. Sólo entonces se dio cuenta que la barba que tenía en la mano era la suya.