Agarra al lobo
El Mullah Nasrudin y un discípulo fueron a una guarida para capturar a un lobezno. Nasrudin entró primero y se encontró con un lobo adulto, feroz, que le atacó. Hubo una terrible pelea. En medio del combate, el discípulo exclamó:
—¡Deja de dar patadas de ese modo, estoy medio cubierto de tierra!
—¡Y si dejo de hacer lo que estoy haciendo, tu otra mitad también lo estará!, gritó jadeante el Mullah.