Autodefensa
Nasrudin estaba atravesando un campo cuando un macho cabrío le embistió. Sin tiempo para escapar, el Mullah se mantuvo en su sitio
y golpeó al animal entre los cuernos con una gran piedra. El macho cabrío cayó al suelo justo cuando su propietario llegaba corriendo.
—Has matado a mi mejor cabra.
—Lo siento, pero intentaba matarme.
—¿No podías haberle golpeado simplemente en el trasero?
—Podía, sí, contestó Nasrudín, pero no intentaba matarme con el trasero, sino con los cuernos.