Habilidad natural
El bebé de Nasrudín despertaba rutinariamente a sus padres con sus lloros. La tercera noche seguida sin dormir, la esposa del Mullah se volvió a su marido:
—¿No puedes hacer nada?
—He probado todos los trucos que conozco. Temo que el único hombre con destreza suficiente para hacer dormir al niño es el imam.
—Pero ni tan siquiera tiene un hijo. ¿Qué va a saber que no sepamos nosotros?
—No es cuestión de conocimiento, sino de habilidad natural. He visto a toda una congregación comenzar a roncar en el momento en que él abre la boca.