El carro de heno
El carro de heno había volcado en el camino y su joven conductor, Nasrudin, estaba extremadamente preocupado.
Un agricultor, de buen corazón, viendo lo sucedido y el estado de aflicción del muchacho, se le acerca y le dice que olvidara por el momento el accidente, y le invita a su casa a cenar junto a su numerosa familia.
-Entonces, luego vamos a enderezar el carro, agrega el granjero.
–Creo que a mi padre no le gustará, dice Nasrudin.
-No te preocupes por eso, todo estará bien, insiste el granjero.
Nasrudin se quedó a cenar y luego de la cena confiesa sentirse mejor y agradece a los agricultores las atenciones recibidas.
-Pero, dijo, todavía no creo que a mi padre le vaya a gustar.
-Olvídalo, dijo el granjero. Por cierto, añadió, ¿dónde está tu padre?
-Está bajo el heno, dijo Nasrudin.