El flósofo
Una vez un renombrado filósofo y moralista recaló en el pueblo de Nasrudin. Le preguntó al Mullah dónde había un buen lugar para comer. Sugerido el lugar, le invita a almorzar con él.
Muy agradecido, Nasrudin acepta y acompaña al gentil estudioso al cercano restaurante.
Preguntado el camarero por el plato del día, éste respondió: Pescado, ¡pescado fresco!.
Traiganos dos se le dijo. Unos minutos más tarde, el mesero trajo un plato grande con dos pescados, uno de los cuales era más pequeño que el otro.
Sin dudarlo, Nasrudin se sirvió el mayor de los pescados.
El erudito miraba incrédulo, y luego procedió a decirle que lo que hizo fue no sólo descaradamente egoísta, sino que violaba los principios de casi todos los sistemas morales conocidas, religiosos y éticos.
Nasrudin escuchó con calma la improvisada conferencia del filósofo y al término de ella, dijo: -Bueno, señor, ¿qué habrías hecho tú?.
-Yo, siendo un ser humano de conciencia, habría tomado el pez más pequeño para mí.
-Bien, aquí está, dijo el Mullah, y colocó el pequeño pez en el plato del erudito.