Y no me arrepiento
El juez era incapaz de decidir cuál de los seis hombres había robado el turbante del imam, así que condenó a los seis a la cárcel.
—Somos inocentes, insistían cinco de ellos. ¡Por favor, libéranos!
—Yo lo hice, admitió el sexto. ¡Y no me arrepiento!
—Harías mejor liberando al culpable, aconsejó Nasrudín, o corromperá a los otros cinco.