La opinión
-Mullah, vengo especialmente a invitarte al estreno de mi nueva obra, le impetró un joven dramaturgo.
-Tu gesto merece comprometa mi presencia, así que no faltaré, replica Nasrudin.
Llegado el día y fiel a su palabra el Mullah cumplimentó, pero durmió durante toda la representación.
El joven dramaturgo se le acerca y decepcionado le reprocha:
-¿Mullah, cómo puedes dormirte sabiendo lo mucho que apreciaba tu opinión?.
-Oh, joven amigo, el sueño es una opinión, dijo Nasudin.