Náufrago

Publicado el 10 mayo 2013 por Alvaeno @alvaeno

Náufrago Y yo, barco perdido bajo cabellos de abras, lanzado por la tromba en el éter sin pájaros,
yo, a quien los guardacostas o las naves del Hansa
no le hubieran salvado el casco ebrio de agua,
Rimbaud

NAUFRAGOÓleo / tela80 x 60 cm.2006Autor Sergio Garval

El viento helado de tu boca
que ya ni me nombra
cierra las puertas
que una vez abrimos juntos.
Bajo las escaleras
danzando con los pies del vértigo,
nunca antes estuve tan cerca
del abismo.
Una isla me ofrecen
las hienas de bocas putrefactas.

Un granero, un puente, ofrecen
para dormir
las arpías que afilan sus garras
como las viudas negras
afilan sus cuchillos
para acuchillar a sus infieles amantes.
Ser náufrago sin ahogarse
en el intento
es esfuerzo sobrecogedor,
es la moneda de cambio,
la consecuencia, el castigo
que por mis actos de libertad
unos jueces de pacotilla
han decidido imponerme.
El viento helado de tu boca
que ya ni me nombra
amenaza con arrasar
esta isla
en la que poco a poco
va pereciendo el náufrago.


Escrito en Isla de Slovadar en 1923 por
Eleon Bratques*, traducido al  castellano por Fielding Jones. *Eleon Bratques (Bielorrusia 1845, 1936)escribió para un periódico bielorruso  llamado Nasha Niva, publicado enVilnius. Entre sus obras se encuentran tres  novelas: La magia de Príapo; Las acedías; y Cocoskhsakitin en el patibulario; y el  libro de cuentos Amaneciendo entre cerrojos. Eleon Bratques procedía de una familia humilde de agricultores, estudió  periodismo en Vilnius, donde trabajaba como periodista y profesor de literatura. Desapareció en 1936, y nunca se ha descubierto su paradero, por lo que se le  dio por muerto en ese año.