La Navidad llama a las puertas como lo hace un cobrador pertinente,
los que alguna vez estuvieron con nosotros parecen estar más vivos que nunca,
los comercios usan sus cantos de sirena para conquistarnos,
la crisis hace estragos pero hay que seguir comprando.
Mejor comprarse un alma en las rebajas de enero,
un amigo, un trabajo y un futuro.
Deja que las sobras de Navidad te duren hasta el carnaval,
malvive y cállate.