¿Existe dios? ¿todo lo que conocemos fue creado por un ente superior? Dos de las cientos de preguntas que se generan año tras año en fechas como las de hoy. Mi cabeza dura o, en verdad, mi nula educación religiosa me hace pensar de que aquellas preguntas o bien son falsas o bien tienen poca comprobación en la vida cotidiana. La discusión, empantanosa y muy amplia por cierto, con familiares y amigos no hace otra que derivar todo a la fe. Es decir, tal entidad superior existe porque los seres humanos tienen fe y creen en ello.
No hay nada nuevo bajo el sol, ni mucho menos, ya que cientos de miles de hojas de libros de filosofía y ciencias afirman que creer no es conocer, ni menos aún, sentir es conocimiento comprobable. Hospers afirma que cuando alguien recurre al uso de sus sentimientos y creencias deja de lado el conocimiento científico universalmente comprobado. Un mínimo aporte a la causa.
Discusión que lleva miles años y que seguramente llevará otros tantos recae netamente sobre la condición humana. Desde mi parecer creo que la mente y la conducta humana lejos están de poder ser controlada, sería uno de los descubrimientos más polémicos de la historia. Sin embargo, se las puede inducir a pensar u actuar de cual o tal forma. Educar desde pequeño con ciertos valores a una persona tiene excelentes resultados. No solamente en cuestiones religiosas se ven estos moldeamientos sino también se puede ver cómo un chico formado en cuestiones civiles o políticas en su futuro dedicará su vida o bien a las leyes o bien al ámbito político.
Volviendo al principio, ¿el hombre puede guiar su vida a partir de su fe? En cierto punto si. Pero, a mi entender, cuando esa fe (que es personal y nace en el interior de cada uno) precisamente deja de ser unipersonal para convertirse en un fenómeno de masas (como es la religión) la situación cambia de perspectiva. Un profesor de filosofía de la primaria nos dijo una vez (con buen tino supongo) que, si en lugar de gastar tanto tiempo en su religión las personas se dedicasen de lleno a sus problemas, éstos tendrían una vía de resolución más rápida. Fue, en otras palabras, lo que dijo Carlos Marx cuando se refirió a que la religión es el opio de los pueblos y a que el problema del cielo se encuentra solucionado, lo que realmente importa son los problemas terrestres, políticos dirá el alemán.
Gente a favor y en contra es lo que genera la existencia del monoteísmo y sus religiones. Cuando realmente las sociedades abran sus mentes (y también sus corazones) y se den cuenta que lo importante está acá, (donde vivimos en vez de preocuparse por lo que vendrá y por donde viviremos una vez fallecidos) comenzará un gran debate a nivel planetario sobre la supuesta existencia de un ser todopoderoso y de sus variantes religiosas. Por el momento, las posturas están firmes sin decisión de apertura dialógica. Qué mejor que abrir el debate con un poco de humor y escuchar al señor Simpsons a ver qué piensa.
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Navidad, religión y demás yerbas
Publicado el 25 diciembre 2009 por Gonza_zTambién podría interesarte :