La cata/conferencia/degustación/charla que dió Juancho Asenjo en Monvínic es de aquellas que marcan el corazón enófilo de uno. Creo que nadie tiene que convencerme ya de las bondades de la nebbiolo: hace tiempo que la bebo y he tenido la suerte de aprender junto a otros insignes profesores (entre los que más, Franco Ziliani y Roberto Giuliani). Pero cuando alguien como Juancho te abre todos los secretos, tripas, corazón, intimidades de esta uva a través de algunos de sus productores y terruños más queridos, en el Piamonte, uno toma conciencia real de que, como afirmaba el maestro (varias sentencias fueron lanzadas, dardos de sabiduría, a nuestros oídos, ¡y fueron bien recogidas!):
"la nebbiolo es el final de trayecto de un bebedor. Cuesta llegar a ella, pero cuando se consigue, se disfruta como ninguna".
"Un paseo por los grandes viñedos del Piamonte: Barolo & Barbaresco", el título que nos congregó. Algunos de los mejores productores, quien explicaba y nos hacía escuchar los vinos (nebbiolo: opera + rock&roll, una uva cañera, vamos) y algunos de los pagos y añadas últimas más importantes (1999, 2001, 2004), pusieron el resto. Me propuse, al empezar (la "squadra" estaba formada por 12 vinos), anotar no más de tres palabras por vino. Quería concentrarme en lo que decía Juancho, en mi nariz y en mi paladar. Imposible. La nebbiolo, junto con la pinot noir (me permito añadir esta otra uva en mi final de trayecto personal como bebedor), son uvas que no cesan de evolucionar, en botella y en copa. No dejaré de beberlas, amarlas, descubrirlas. Seré breve en mis descripciones, no daré otros datos (son productores y pagos fácilmente rastreables), pero los apuntes desbordaron mi cabeza y cuanto papel se puso por medio.
Hablando de Luciano Sandrone: "los grandes vinos de Barolo no los han hecho los enólogos, sino los campesinos".
Lo dicho: cuesta llegar a la nebbiolo, pero cuando se hace, se convierte ya en compañera de viaje para toda la vida. No tengáis prisa por llegar, pero que no os pierda, tampoco, la pausa: hay que llegar a ella con tiempo y facultades suficientes.
"Los barolos son vinos terribles para catar, grandiosos para comer".
La primera fotografía, "Le Langhe viste dalla Morra" es de fuzzy_10gik. El primer collage, de Serralunga d'Alba, es a partir de fotos de Jan-Tore Egge. El segundo collage, de Castiglione Falletto, es a partir de fotos (superior) de Jan-Tore Egge y (inferior), de fuzzi_10gik. El tercer collage ofrece la foto superior, "Per Le Langhe", de lucaddeu, y la inferior, de nuevo de Castiglione Falletto, de Marco Novelli.