Lejos, muy lejos.
Solo necesito dar unos cuantos pasos,
pero estas lejos, muy lejos.
Se ve lejano y esta tan cerca.
Solo necesitas voltear y verme.
Estoy tan cerca y me ves tan lejos...
Quizá ni me ves.
Sí, estoy nostálgica.
Es que esa canción siempre me hace recordarte.
¿Recuerdas aquella vez que me la cantaste?
Sí, extraño a ese tú,
a ese que quizá solo imaginé.
Al que me amaba.
Al que me cantaba.
Ahora esta lejos... era de mentiras.
Me lo inventé.
Y ya lo desterré.
O, al menos, eso intento.
Pero me vienen estos momentos,
escuchando aquella ópera,
de nostalgia y algunas lágrimas.
Y no volteas, no ves... y no te importa.
Y por eso todo esto.
¡Estúpidas mariposas!
No es hacia allá, tontas.
¿No ven que no es ahí donde debo estar?
¿No ven que no me quiere amar?
Su espera no es para mi.
Estúpidas mariposas, ¿no entienden?
No tiene caso donde amar no se puede.
Necias,
A lo bello desean aferrarse,
su alma busca de él embriagarse.
Pero a veces lo bello no nos merece.
Hay que volar con otros aires.
Pasar frente a mi tumba, sonreír y gritarle:
¡Creíste que ibas a enterrarme!
Trenzo mi cabello, atrapo en el mis penas.
Llevo el sol en mi pecho, me hace brillar.
Nadie pide nada,
yo le doy mis dorados y el me da su luz,
juntos formamos el luminoso espectáculo.
Y tu no quieres voltear a verlo.
Te da miedo quemarte.
Tus ojos tal belleza no pueden soportar.
Huyes,
y yo, vuelo lejos.