Hace unos meses, en abril concretamente, decidí hacer una pequeña pausa en el blog para poder continuar después con más fuerza, ¿os acordáis? Aunque justo después pude retomar los objetivos del blog con emoción y fuerza, parece que al poco tiempo me he ido deshinchando.
Llevo unas semanas bastante caóticas en las que no consigo centrarme a escribir como antes, y estoy empezando a ver el blog como una obligación. Veréis, desde que empecé con este proyecto que me planifico cada semana las horas que le voy a dedicar como si fuera mi segundo trabajo. Siempre ficho y pocas veces me escaqueo, lo cual es bueno. Lo que me está pasando ahora mismo es que la inspiración empieza a saturarse y la motivación inicial a teclear cada día empieza a convertirse en una pequeña carga. Y si hay algo que no quiero es que esto que me hace tan feliz se convierta en negativo. Me gusta demasiado como para correr el riesgo de acabar odiándolo. O como para trabajar en ello a medias tintas, publicando a trompicones y sin ninguna constancia.
Por eso he decidido que voy a hacer un parón largo en el blog. No os preocupéis, porque seguro que volveré. De hecho no voy a dejar de escribir entradas para el blog, porque así cuando vuelva tendré suficiente material como para tomarme un respiro cuando lo necesite sin que afecte a las publicaciones. Simplemente quiero poder escribir porque quiero y no porque mañana-tengo-que-publicar. Quiero poder centrarme en nuevos proyectos que tengo en mente pero que por falta de tiempo y de energía me veo obligada aplazar.
Así que aprovecharé el veranito y me regalaré unas vacaciones de las de colegio, que falta me hacen. Seguramente volveré en septiembre o en octubre (todavía no lo tengo demasiado claro).
Os echaré de menos, un abrazo gigante!
P.D: No os preocupéis por el sorteo celebrando el primer cumpleaños del blog. No desapareceré de la faz de la tierra, así que el día 17 de julio sabréis el ganador o ganadora como estaba planeado. Si todavía no habéis participado, podéis hacerlo aquí.