Al final se lo conté, le dije que había estado a punto de fallarle. Tuve que hacerlo. No podía ocultárselo. Cada vez la confianza entre nosotros va creciendo, la complicidad también y eso es lo que me lleva a contárselo todo sobre mí, sobre lo que siento siendo su sumisa, sobre lo mal que me siento cuando le fallo. Y contarle que me sentía tan excitada que estuve a punto de fallarle otra vez, me hizo sentir más tranquila y más capaz de soportar aquel castigo. En realidad, cuando desperté por la mañana, justo antes de que nos viéramos en la oficina y se lo contara; de nuevo estuve a punto de tocarme, de acariciarme. De hecho, me desperté superexcitada. Sentía tal deseo y calor entre mis piernas. Qué me levanté y decidí darme una ducha, primero con agua caliente, pero luego al ver que el calor, el deseo y...
Revista Diario
Necesito un orgasmo
Publicado el 27 noviembre 2018 por Hljorge
DIARIO DE UNA SUMISA NOVATA