Neira, el héroe estrellado

Fue presentado a la sociedad como un auténtico héroe del siglo XXI: se jugó su vida por defender a una mujer que estaba siendo agredida por su pareja. Las semanas que estuvo en coma, España se mantuvo en vilo y los medios de comunicación construyeron una imagen de él que hoy, meses después, se ha roto en mil pedazos. No obstante, era un caramelo muy apetecible para una política populista como Esperanza Aguirre. Se convirtió, de la noche a la mañana, en el presidente del Consejo asesor del Observatorio de la Violencia de Género en Madrid. Y a partir de ahí mostró su verdadera cara. De plató en plató fue calificando a Zapatero de “antidemocrático de mierda” y “jovencito que dice imbecilidades”; a la Constitución de una “idiotez”, y a Obama de “pelele”, además de acusar al PSOE de tener una historia llena de “barbaridades y asesinatos”.
Lo que iba a ser un nombramiento con un gran rendimiento político se volvió, cual boomerang, contra Esperanza Aguirre. Y el culmen tuvo lugar la pasada semana cuando el profesor fue detenido dando tumbos en la M-40 triplicando la tasa de alcoholemia permitida. Tras ser condenado a 10 meses de retirada de carné y una multa, el Gobierno de la Comunidad de Madrid trató de zafarse de él, pero no hubo manera. El héroe se negaba una y otra vez a escuchar, descartaba abandonar el barco y rechazaba de plano pedir disculpas por su actitud ("soy éticamente intachable", se atrevió a afirmar).

Y ante ello, la soberbia del que se sabe equivocado por haber encumbrado a alguien que no lo merece hizo que la lideresa no lo cesara, sino que directamente eliminara el Observatorio de la Violencia de Género. “Si ese cargo no es para Neira, no es para nadie”, debió pensar. Y para justificarlo, afirma que la decisión estaba tomada desde antes del verano (¿y por qué no la hizo pública antes de que a este señor se le ocurriera conducir borracho por la M-40?).
Por poner el acento a algo positivo, este caso permite, además de hacer que Neira desaparezca de un cargo público al fin, demostrar el corto recorrido de una política populista y de nombramientos pensando en el rendimiento puramente electoral. Aunque éste debería ser el fin de un héroe que salió ‘rana’, lamentablemente presiento que los medios de comunicación darán pábulo a las excentricidades de este personaje. Y si no, tiempo al tiempo…