Cuando mi amigo cinéfilo se fue. Me envió al día siguiente un correo con esta escena de Desayuno con diamantes.
Me conoce bien.
Sabe que entendería el significado del corte en la cinta. Porque en realidad es una historia que acaba bien. Con gatito incluido. Pero que no es para mí.
Y pensé que mis cicatrices ya no las curaría nadie.
Imaginé que debería abrirme más. Dejarme soñar, cuidar y mimar...
Pero me educaron a lo antiguo. : "Sé fuerte. No eres una ñoñas".
Y que pese a todo, intento preservar algo de ternura.
Y que pese a todo aún quiero seguir queriendo, soñar y abrazando.