Revista Talentos

Nenúfares

Publicado el 05 octubre 2015 por 50palabras @50palabras_
El príncipe Juan nunca aprendió a nadar. Clases particulares de refuerzo, pócimas y conjuros, velas y rosarios, novenas y profesores particulares tampoco lo consiguieron. Cuando la bella se acercaba al estanque y las demás ranas empezaban a dar saltos de alegría, él se agazapaba en su nenúfar, muerto de miedo.
Escrito por Luis San José - Web

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