La tecnología nos conecta de forma rápida y fácil con personas que se dedican a nuestra misma profesión, pero sólo hace eso: conectar.
Cuando nos metemos en las redes sociales nos da la sensación de que conocemos a cientos de compañeros, pero a la hora de la verdad no sabemos tanto de cada uno, más allá de aquello que nos quiera mostrar. Esta gente seguramente no hará nada por nosotros si se entera de un casting en el que busquen nuestro perfil, ni contará con nosotros en sus próximos proyectos.
Por todo ello, no debemos olvidar lo importante que es conocer a la gente en el mundo real, que son los contactos que de verdad funcionan. Sabemos que trabajar tu propia red de contactos profesionales en persona exige dedicar bastante tiempo, pero SIEMPRE da resultados.
¿Qué es el networking?
Esta palabra tan “moderna” significa algo tan sencillo y antiguo como “establecer una red de contactos”. Y esto se hace construyendo y manteniendo esos contactos: tan importante es conocer a la gente, como mantener posteriormente el contacto con ella.
Nuestra carrera como actores depende de las oportunidades que se nos presenten de trabajo, y esto a su vez depende de que nos enteremos de ellas. Por tanto, cuantos más contactos tengamos, más cerca estaremos de la información, y más posibilidades de trabajar tendremos.
¿Para qué sirve el networking?
- Para darnos a conocer como actores o actrices: la gente a la que accedamos irá sabiendo quienes somos, qué hacemos y qué buscamos.
- Para conocer a los demás: cuando conoces a alguien, abres una vía de comunicación con ella. Esta vía hace que conozcamos experiencias y vivencias que nos hacen crecer como personas.
- Para hacer contactos y más contactos: esto es un círculo vicioso que se retroalimenta, ya que cuantos más buenos contactos tienes, más gente quiere estar conectada contigo.
- Para ofrecer y conseguir nuevas oportunidades de trabajo: cuando otra persona conoce lo que hacemos, se acordará de nosotros si se entera de cualquier proyecto en el que podamos encajar, y lo mismo ocurrirá al revés. Se trata de que las dos partes den y, por ello, reciban.
¿Quiénes son mis potenciales contactos?
Un error muy común entre actrices y actores es pensar que tan sólo hay que buscarse un buen representante y que ya éste tendrá su red de contactos, librándose así de tener que trabajar su propia red. Esta visión tan cerrada perjudicaría muchísimo tu carrera de artística, ya que tu trabajo dependería 100% de otra persona, además de que te perderías un montón de experiencias que podrían enriquecerte enormemente y hacer que abrieras mucho tu mente conociendo gente nueva.
Tu red de contactos debería estar formada por:
- Otros actores y actrices: todos tenemos el mismo objetivo: trabajar, y cuanto más mejor, porque disfrutamos haciéndolo. Por ello, no debemos vernos como rivales, sino como compañeros.
- Personas del “mundillo”: productores, directores de casting, maquilladores, técnicos de sonido… No debemos olvidar que cuando trabajamos, trabajamos en equipo. Casi en el total de los trabajos, ya sean teatrales o audiovisuales, somos una pieza más dentro de un equipo en el que cada uno tiene una función diferente, pero todos tienen el mismo objetivo: sacar la obra o la producción adelante lo mejor posible. Por ello, cualquiera de estas personas, al estar moviéndose en los mismos círculos que tú, puede enterarse o embarcarse en nuevos proyectos en los que puedan necesitar a alguien de tu perfil, y les vendrás a la mente si mantienes el contacto y una buena relación con ellos.
- Personas fuera del “mundillo”: nunca descartes un contacto porque pienses que no tiene nada que ver con lo que haces. Piensa que un empresario (un familiar, por ejemplo) puede plantearse hacer un spot promocional de su empresa, o un empleado de cualquier empresa (un amigo o conocido) puede llenarte una sala en la que actúes llevándose a todos sus compañeros de oficina.
Cómo hacer networking
1º. ANTES:
Identifica los sitios donde creas que puede haber posibilidad de hacer contactos y hablar con ellos: escuelas (no sólo de interpretación, sino de cualquier otra especialidad, por ejemplo producción, dirección…), eventos, workshops, muestras, festivales… y ve con la actitud de no sólo asistir, sino de estar activo en ellos.
2º. DURANTE:
Ya estás en un lugar en el que puedes establecer relaciones con otras personas. Ahora te vamos a dar una serie de trucos para que te puedas desenvolver con mayor facilidad:
- “Habla hasta con las farolas”: trata de apartar vergüenzas y complejos, cualquier persona de carne y hueso forma parte de tu objetivo y puede ser un buen contacto. No tengas miedo a que te rechacen, valórate y piensa en todo lo que puedes aportar a los demás.
- Sonríe siempre y disfruta del momento, mostrando una actitud abierta y cercana.
- Busca a los más extrovertidos. Encontrarás a gente que parece que tiene un don y que ya conoce a todo el mundo. Esa persona puede ser una de las más valiosas pues te puede presentar a otras. Aun así, cuenta con dar el primer paso tú, no esperes a que otra persona lo haga (y si lo hace, valóralo y muestra interés por compartir un par de minutos con ella).
- Acuérdate de su nombre y repítelo en algún momento mientras habléis. Esto hará que la otra persona se sienta más cómoda y cercana.
- Entabla una conversación fluida: pregunta a la otra persona a qué se dedica, cómo fue a parar a ese campo o qué hace cuando no estudia/trabaja, y escúchala con interés. También cuéntale con pasión lo que tú haces. La clave es transmitir ilusión por tu trabajo y ganas de seguir creciendo profesionalmente, ya que a todo el mundo le gusta rodearse de gente que disfruta con lo que hace. Recuerda que la conversación ha de ser bidireccional: es tan importante escuchar como ser escuchado.
- Busca puntos en común: no tiene por qué ser sobre el mundo artístico. Si habéis coincidido en un bar viendo futbol, hablad sobre el fútbol y conoceros mutuamente. Está bien que le cuentes que eres actor o actriz, pero debes enfocarte en encontrar esos puntos en común, aparte de tu carrera. No hables de ti, sólo déjalo caer.
- No pidas favores: jamás hay que mostrar una actitud desesperada. Al revés, lo mejor es tratar de ayudar al otro. Nos ganaremos su confianza si conseguimos aportarle algo que le de valor a su vida, y ese favor nos será devuelto en algún momento de nuestra carrera o nos puede resultar útil en algún momento (por ejemplo, para consultar información o que te de un consejo en el que puedas confiar). Consiste en “sembrar”, poniendo el foco en la otra persona con la que hablamos, en vez de centrarnos en nosotros mismos.
- Habla de igual a igual: aunque una persona tenga muchísima más experiencia, sea más popular o socialmente se gane a la gente con sólo abrir la boca, un error de principiante es ponerles en un pedestal y hablarles como si fueran superiores a ti. Ellos te deben respetar igual que tú a ellos, y siempre debes tener presente que no hay nadie mejor ni peor, simplemente estáis en momentos diferentes profesionalmente. Lo mismo ocurre si hablas con alguien con menos recorrido que tú, el respeto y el interés por conocerle deben estar siempre presentes.
- Cierra la conversación en el momento oportuno: no pretendas que ese desconocido se convierta en tu mejor amigo, lo que tienes que conseguir es que a esa persona le pique la curiosidad por conocerte más y se vaya pensando que eres un contacto que le puede interesar. Así que cuando creas que la conversación ha llegado a buen puerto, ciérrala con un “me lo he pasado muy bien y me ha gustado mucho conocerte, ¿qué te parece si seguimos en contacto y vamos hablando?”.
- Lleva siempre tarjetas de visita o el móvil con suficiente batería para que sea fácil mantener el contacto posteriormente. Si no tienes, no dudes en agregarle a tus redes sociales profesionales en ese mismo momento, o en mandarle un email al día siguiente.
3º. DESPUÉS:
- Las 24h. de después: es muy importante al día siguiente tener la iniciativa de mandar un email o escribirle un mensaje privado en las redes sociales. Y te preguntarás… ¿qué pongo si no quedamos en que le enviaría nada? No hace falta que le cuentes tu vida, simplemente no debes olvidar: personalizar el mensaje (poner su nombre y algún detalle personal), agradecer su tiempo el día anterior, recordar o comentar algo sobre lo que se habló, enviar información sobre algo si quedasteis en ello, proponer una fecha para veros de nuevo o dejar la puerta abierta para que acuda a ti cuando te necesite.
- A lo largo del tiempo: ha quedado claro que es fundamental hacer contactos, pero normalmente fallamos en el último escalón, que consiste en mantener esos contactos a lo largo del tiempo. Si lo hacemos bien, un simple contacto puede ascender a ser alguien con el que sientas confianza, afinidad… y al que puedas recurrir en cualquier momento. Sin embargo, si nos olvidamos de mantenerlo habrá caído en saco roto todo el trabajo anterior, e iremos empequeñeciendo nuestra red en vez de aumentándola. No olvides hacer un seguimiento de vez en cuando de las personas que vayas conociendo. Puede ser un mensaje privado, un Whatsapp, enviarles un post que creas que les puede interesar… algo que les recuerde que estamos activos y que somos accesibles. Recuerda que es más importante la calidad que la cantidad de contactos, y esa calidad te la da tanto el tiempo, como el seguimiento que hagas. Queremos vínculos, no agendas llenas pero huecas.
Si estás deseando moverte para hacer contactos profesionales y oportunidades de trabajo pero no sabes cómo, ahora es el momento. En pocos días abrimos inscripciones para nuestro curso «Objetivo: Contactos». Estamos deseando enseñarte cómo acudir a eventos, festivales o encuentros, a encontrar tu punto diferenciador sobre el resto de artistas y a romper todos tus bloqueos para que logres contactar con cantidad de gente interesante, tanto si acabas de empezar como si tienes bastante más experiencia. ¡Nos vemos!